Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) cada año 1.300 millones de toneladas de comida se tiran a la basura, lo que supone un tercio de la producción total. Además del coste económico existe un importante coste medioambiental: la FAO calcula que este desperdicio es el responsable del 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
En Europa los mayores culpables somos los consumidores, ya que el 42% de los 89 millones de toneladas de alimentos que desperdiciamos sale de nuestros hogares. Compramos más de lo que podemos comer y dejamos que se estropee, convirtiendo a España en el séptimo país de la Unión Europea que más desechos de comida válida genera, con 1,5 millones de toneladas por año solo de nuestras casas.
¿Qué podemos hacer nosotros para evitar el derroche de comida? Aquí os damos algunas ideas:
- Planifica un menú semanal y calcula de forma adecuada las cantidades.
- Sé realista, no prepares comida para 10 personas si solo van a comer 5.
- Utiliza los alimentos por orden de antigüedad, así evitarás que ningún producto se estropee y acabe en la basura.
- Coloca bien tu frigorífico: en la parte de arriba los alimentos cocinados, en el centro los lácteos, huevos y embutidos. En los estantes de abajo los productos crudos y las frutas y verduras en los cajones. Las bebidas y salsas en la puerta.
- Diferencia entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente, no son lo mismo.
- Mantén bien cerrados los envases de aquellos productos que no hayas terminado y procura consumirlos lo antes posible. Intenta terminar las sobras antes de cocinar algo nuevo.
- Comparte la comida con familiares o vecinos si crees que no podrás consumir a tiempo todo lo que te ha sobrado.
- Reutiliza las sobras, si necesitas ideas puedes visitar nuestra sección de recetas de aprovechamiento.
- Cuida tu nevera: mantenla limpia, revisa las juntas y que la temperatura del interior se encuentre entre 1 y 5ºC.
- Revisa la despensa con regularidad para comprobar las fechas de caducidad y consumo preferente de los alimentos almacenados.
- Convierte los residuos inevitables en abono para el jardín.
- Dona lo que no uses, hay muchas organizaciones benéficas que recogen alimentos no perecederos.